Buscar en este blog

Los futuristas y el fascismo italiano - Stanley G. Payne


Los futuristas, encabezados por Marinetti, fueron la tercera fuerza ideológica en la fundación del fascismo. Iban tan a la “izquierda” como los sindicalistas o Mussolini en cuanto a rechazar las viejas normas y las instituciones existentes, y los sobrepasaban en su exaltación virtualmente nihilista de la violencia (“la guerra es la única higiene de las naciones”). Los futuristas eran motociclistas metafísicos, fascinados por la velocidad, la potencia, los motores, las máquinas y todas las posibilidades de la tecnología moderna, como indicaban muchas de sus pinturas. Pero además de las innovaciones, a menudo juveniles, a la destrucción de todo lo antiguo y la apoteosis de todo lo nuevo, los futuristas también decían ser partidarios de grandes procesos de transformación social que traerían el derecho de voto democrático y la emancipación de todas las clases bajas, comprendido el derecho de voto para la mujer (postura que también apoyó Mussolini, por lo menos hasta 1927).

De esta mezcla salió el programa de los fundadores del fascismo en 1919 en el que se pedía la instalación de una república, en lugar de la monarquía, además de reformas radicalmente democráticas y semisocialistas. En el gobierno, esto exigiría la descentralización del poder ejecutivo y una magistratura electiva e independiente; en los asuntos militares, la terminación del servicio militar obligatorio, el desarme general y el cierre de las fábricas de armas; en la estructura económica, la supresión de las sociedades anónimas, la confiscación del capital improductivo, de las utilidades de guerra excesivas y de las propiedades de la Iglesia, la confiscación de la tierra para el cultivo en sociedad por campesinos sin tierras, y en la industria un sistema nacional sindical de gestión industrial por sindicatos de obreros y técnicos; por último, en el terreno de las relaciones exteriores, la abolición de la diplomacia secreta y una nueva política basada en la independencia y la solidaridad de todos los pueblos dentro de una federación general de naciones. Evidentemente, esto no es lo que se entiende en general como “fascismo”.

Fuente:

1 comentario: