Tte. General Francisco Franco Salgado-Araujo
El Valle de los Caídos
Me informan que el almirante Carnegie y demás marinos americanos al visitar el Valle de los Caídos dijeron que era una obra demasiado suntuosa para un país pobre que necesita gastarse el dinero en cosas más necesarias, como la preparación para la guerra, construcción de viviendas, obras de riego, un sinfín de cosas necesarias. Los americanos, que no creo que sean muy religiosos, por lo visto encuentran superflua una obra romántica y espiritual en la que se refleja una gran religiosidad y el deseo de rendir culto a los caídos en la guerra de liberación. (6 diciembre 1954)
Yo respeto lo que hizo el Generalísimo gastando muchos millones en el Valle de los Caídos para conmemorar la Cruzada, pero considero que hubiera sido más positivo y práctico haber hecho una gran fundación para recoger en ella a todos los hijos de las víctimas de la guerra, sin distinción de blancos o rojos; si eran blancos, en premio al sacrificio de sus padres, si eran hijos de rojos para demostrar falta de rencor con los hijos sin culpa de los que a nuestro juicio estaban equivocados. Una fundación que tuviese medios para ser sostenida durante muchos años y así recordar a las generaciones venideras que los que nos alzamos por una España mejor no somos rencorosos ni queremos que el odio y la intransigencia separen siempre a los que somos hijos de la misma Patria y deseamos para ella la mayor grandeza. (17 junio 1955)
Con ocasión de mi estancia en El Escorial, estuve hace dos días en el Valle de los Caídos, visitando el magnífico monumento creado por Franco para conmemorar la Cruzada y enterrar allí a los caídos de la misma.
La prensa extranjera se ocupa mucho de esta obra de Franco y dicen que éste desea que guarde sus restos mortales. Aunque seguramente le enterrarán allí, no creo que él lo hiciera pensando en esto, sino para perpetuar la victoria sobre el comunismo; tal vez haya querido limitar a Felipe II, que levantó el monasterio de El Escorial para conmemorar la batalla de San Quintín.
Según mis noticias las obras se pagaron con el sobrante del importe de la suscripción nacional que se hizo a raíz de la Cruzada y que administra el ministro de la Gobernación, y se terminaron con el beneficio de un sorteo especial de la lotería. El antiguo ministro don Blas Pérez debe estar perfectamente enterado de todo este asunto, la forma de administrar los fondos, comprobantes, etc.
Esta obra está exclusivamente inspirada por Franco hasta en los más mínimos detalles. Él fue quien hizo los diseños de los adornos de los altares, de los relieves del pórtico con escenas de la Pasión, etc., etc.
En España no hay ambiente para ese monumento, pues aunque dure el miedo a otra guerra civil, gran parte de la población tiende a perdonar y a olvidar. No creo que ni los familiares de los blancos ni de los rojos sientan deseos de que sus deudos vayan a la cripta, que si solo es para los blancos establecerá para siempre una eterna desunión entre los españoles. (30 julio 1957)
Hablamos después del Valle de los Caídos y le digo que en algunos sectores había sentado mal que se pudieran enterrar en la cripta lo mismo los que cayeron defendiendo la Cruzada que los rojos, que para eso aquellos están bien donde están. Y que también había oído elogios suyos diciendo que estaba inspirado por la Iglesia Católica. Franco me dice:
“En efecto, es verdad que ha habido alguna insinuación muy correcta sobre el olvido de la procedencia de bandos en los muertos católicos. Me parece bien, pues hubo muchos en el bando rojo que lucharon porque creían cumplir un deber con la república, y otros por haber sido movilizados forzosamente. El monumento no se hizo para seguir dividiendo a los españoles en dos bandos irreconciliables. Se hizo, y esa fue siempre mi intención, como recuerdo de una victoria sobre el comunismo que trataba de dominar a España. Así se justifica mi deseo de que se pueda enterrar a los caídos católicos de los dos bandos.
Nosotros no luchamos contra un régimen republicano, luchamos para frenar la anarquía que reinaba en España y que sin remedio conducía a una dictadura comunista. Con el alzamiento del Ejército y la guerra se cortó el paso al comunismo.”
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